¡Lo logramos! ¡Alcanzamos nuestro objetivo! Mis amigos consiguieron acompañarme hasta el kilómetro 25 y yo terminé la Maratón junto con otros 10.162 corredores.
Además lo hicimos divirtiéndonos y disfrutando de Madrid y de todo lo que rodeó la carrera. Mis amigos acabaron tan bien que el comentario general, tomando unas merecidas cañas postcarrera, fue que el año que viene se apuntan a hacerlo completo conmigo. Estaban eufóricos e híper motivados, el espíritu de la maratón les ha enganchado definitivamente e incluso algún osado se atrevió a proponer cubrir la distancia en otro maratón más cercano en el tiempo.
Ahora me gustaría analizar con vosotros cuales son los factores motivadores que pueden impulsar a todas estas personas, entre las que me incluyo, y la analogía que hay entre estos factores motivadores y la motivación del empleado dentro de las empresas. Corredores que se tiran de media entre cuatro y cinco meses entrenando y cuidándose para una carrera de un solo día, saliendo a correr en cualquier situación climática, la mayoría de las veces solos, pagando por correr, sabiendo que pueden estar entre el 30% que no la terminará o el 15% que se queda en el camino porque se lesiona durante la preparación, y sabiendo que no van a ganar…
Correr es de los deportes más accesibles y cómodos de practicar; solo hace falta ponerse unas zapatillas adecuadas, una camiseta y un pantalón y salir a correr. La inversión es mínima y además no requiere seguir ningún horario y se puede practicar a cualquier hora del día por lo que es de los deportes más sencillos de amoldar a tus otras actividades personales y profesionales. Esto último fue el principal motivo por el que yo empecé a correr, mis múltiples viajes profesionales me impedían practicar otros deportes colectivos o apuntarme a ninguna actividad que requiriera seguir un horario fijo o lugar determinado para practicarlo.
Si lo extrapolamos al mundo empresarial, ¿podemos poner los medios para que la labor profesional del empleado sea lo más cómoda y sencilla posible, conciliando su vida personal y profesional pero consiguiendo aumentar su productividad? Si logramos aplicar la tecnología que tenemos actualmente a nuestro alcance, esto es posible. La tecnología nos permite crear herramientas de trabajo más intuitivas, configurables, con procesos totalmente automatizados e inteligentes, con un acceso más rápido, desde cualquier lugar, en cualquier momento y desde cualquier dispositivo; pudiendo ofrecer al empleado el teletrabajo parcial o total.
Desde que comencé a correr me he ido marcando como corredor de fondo amateur unos objetivos personales de manera autónoma. Desde mi primer objetivo, correr más de media hora de manera continua, hasta el último, que me puse el año pasado: acabar una maratón por debajo de 4 horas manteniendo un ritmo constante, disfrutando a lo largo de toda la carrera y terminando con las fuerzas necesarias para celebrarlo.
En los primeros cinco años mi evolución fue muy rápida porque corría en las carreras acompañado de amigos que llevaban más tiempo corriendo y habían alcanzado cada objetivo que yo me marcaba con anterioridad. Su experiencia, consejo y mi propia motivación personal de alcanzar lo que ellos habían logrado me sirvieron para conseguir lo que me iba proponiendo.
En los tres años posteriores me estanqué e incluso empecé a hacer peores tiempos y dejé de correr carreras tradicionales por falta de motivación. Entrenaba y corría solo y no disfrutaba igual que antes ni como lo hago ahora.
En los dos últimos años se han ido incorporando amigos a mis entrenamientos y carreras. Amigos con menos experiencia que yo que quieren progresar y crecer conmigo. Su afán por alcanzar los objetivos que yo ya había logrado ha hecho que me motive y entrene mejor, sobre todo al salir a entrenar más en grupo. Además han introducido algunos cambios en los entrenamientos y han propuesto correr nuevas carreras que me han hecho mejorar mis tiempos en las carreras cortas y de media distancia y me han ayudado a terminar la maratón en el tiempo que tenía previsto en unas buenas condiciones.
Os comento todo esto porque otros factores motivadores que creo que se pueden trasladar al trabajo son la autonomía y el trabajo en equipo. Si con la misma independencia que tiene un corredor, involucramos a los empleados en la fijación de sus propios objetivos, partiendo de unos objetivos generales alineados con la estrategia de la compañía, y les damos autonomía para lograrlos, trasladaremos al empleado la sensación de dominio, responsabilidad y compromiso sobre las tareas diarias y los objetivos establecidos. A todos nos gusta aprender y superarnos y más cuando ha sido iniciativa nuestra. Además esa libertad hace que fluya algo que aporta mucho valor a las compañías en estos tiempos complicados, nuestra creatividad, nuestras ideas para mejorar el negocio y su implicación y compromiso con la empresa. Si además conseguimos que ese individuo forme parte de un equipo de trabajo que hemos detectado que quieren o proponen los mismos objetivos y motivaciones, se producirá un efecto multiplicador en la eficacia y productividad del trabajo que pudieran realizar individualmente. Al igual que hice yo involucrándome con mis amigos en la Maratón como un proyecto común. Más aún, ¿y si diésemos la oportunidad a cualquier empleado de participar en cualquier proyecto en marcha o que proponga un proyecto y valoremos proporcionarle las herramientas y el equipo a libre elección?
Profundizando en el crecimiento individual del empleado ¿Y si abrimos los planes de desarrollo profesional de una compañía y hacemos que cualquier empleado pueda optar a cualquier puesto aunque no esté dentro de su plan de carrera?, ¿tiene sentido revisar el plan de carrera de cada empleado cada determinado tiempo teniendo en cuanto los conocimientos y competencias que haya adquirido en ese perido?, ¿y publicar y dar la opción de que cualquier empleado se apunte a un curso dirigido a personal de otro departamento pero que le interese asistir?, ¿y dar la opción a que los empleados propongan formaciones que le interese recibir?
Daniel Pink, escritor, conferencista y especialista en dinámicas de trabajo dice que «Si aprendemos a ayudar a los empleados a crecer de manera individual, a medida que vayan alcanzando sus metas el ambiente laboral mejorará de forma significativa. Trabajarán con más eficiencia y se creará un círculo virtuoso», y estoy completamente de acuerdo. Mi crecimiento individual como corredor ha mejorado el ambiente que se ha creado en el grupo de corredores que hemos formado y esto ha hecho que se produzca un crecimiento exponencial de todo el grupo. Además a su vez el crecimiento de mi grupo se retroalimenta del crecimiento individual y grupal del resto de corredores en cada carrera entrando en una espiral donde cada corredor de forma independiente y autónoma se pondrá sus propios límites.
Me gustaría también hablar del reconocimiento propio y de los demás como factor motivador. Cuando corro y consigo las metas que me propongo tengo una sensación de bienestar indescriptible. Todo el esfuerzo ha dado sus frutos. Me siento muy bien porque he conseguido alcanzar unas metas que me había autoimpuesto. Metas que hace tiempo las veía inalcanzables. Todavía estoy saboreando ese bienestar de haber corrido el maratón y eso que ya han pasado unos días. Por otro lado, está el reconocimiento de los demás, el apoyo incondicional de la gente de la calle que anima en cada carrera. En esta última me impresionó ver a un hombre que estaba pidiendo en la puerta de un supermercado olvidarse de su situación por unas horas y no parar de animar a los corredores y disfrutar de la fiesta. La felicitación de tus amigos, familiares, compañeros de trabajo y conocidos por el logro conseguido. Todo esto hace que suba mi autoestima y mi capacidad de superación para afrontar otros retos en la vida.
En el mundo laboral el reconocimiento por el trabajo bien hecho es muy importante. Tenemos que valorar el esfuerzo realizado y recompensar en la medida de lo posible. Una simple felicitación privada o pública o un gesto de agradecimiento puede ser suficiente para reforzar la confianza de nuestros empleados y aumentar su motivación para alcanzar nuevos retos.
Bueno, os dejo, tengo que preparar una presentación para la inauguración de un plan formativo dirigido a jóvenes licenciados que están cursando un Máster de RR.HH. y quieren incorporarse al mercado laboral. Los futuros profesionales de RR.HH. que, por cierto, viendo sus CV cada vez están mejor preparados. Empezaré como siempre dibujando en el centro a la persona y el resto lo iremos construyendo juntos. Porque lo importante son las personas, los individuos, por encima de las empresas, organizaciones, gobiernos, países y los famosos fondos de capital riesgo. Y como siempre serán las personas las que consigan con su esfuerzo que todo mejore con el tiempo y podamos motivar a muchos más empleados que actualmente no tienen la posibilidad de trabajar.
Para las personas que creen en las personas, informó desde el parque madrileño del retiro disfrutando del ambiente mientras que escribe este artículo, un humilde servidor que sigue creyendo en vosotros.