Estos dos últimos años hemos experimentado el trabajo remoto y sus beneficios, pero ha sido más por necesidad que por una política de la compañía. Ahora, que el regreso a las oficinas es inminente y que se apuesta por un modelo híbrido, la forma de gestionar al talento no puede ser igual al que se tenía previo a la pandemia, se requiere un cambio de “chip”.
No basta con definir unos días en la oficina y otros desde casa, se necesita cambiar la mentalidad de la cultura corporativa, conocer las necesidades de cada uno de los colaboradores y crear confianza.
Imagina una empresa donde el líder va la oficina todos los días y está acostumbrado a ir al lugar de trabajo de los colaboradores cuando requiere algo en específico. En un modelo híbrido esta acción no sería posible, pues se encontraría con una silla vacía.
Tal vez tardará un par de semanas en adaptarse, comprender que los colaboradores laboran a la distancia y si requiere algo tendrá que esperar un par de días o mandar un correo. En el peor de los casos, hará que los colaboradores vayan a la compañía porque necesita verlos físicamente y ya no existe el “pretexto” de pandemia.
El estudio Trabajo Híbrido 2022 de Cisco señala que 73% de los colaboradores a nivel internacional dice que su empresa necesita repensar la cultura organizacional frente a los nuevos modelos de trabajo, es decir, se requiere un cambio de mentalidad, un liderazgo híbrido.
Desarrolla un clima laboral basado en confianza
Establecer un modelo de trabajo híbrido requiere crear una cultura de confianza, tanto de los colaboradores como de los líderes, sólo así se tendrá la certeza de que el equipo asumirá las tareas asignadas y cumplirán en tiempo y forma, sin importar si están físicamente o de forma virtual.
Construir una relación de confianza requiere conocer a los colaboradores, sus habilidades y las dificultades a las que se puede enfrentar. Esta cultura también requiere hacerles saber que existe la comunicación suficiente para alzar la mano si se desea sumarse a un proyecto o declinar de este.
La confianza permitirá que las charlas de pasillo, cuando se acude a la oficina, sean momentos de integraciones nutritivas entre áreas, procesos creativos y la oportunidad de conectar con los compañeros y no sean vistas como una pérdida de tiempo.
El nuevo liderazgo debe dirigir este clima de trabajo, en el que fluya la confianza personal, el respeto mutuo, en el que los colaboradores puedan ser ellos mismos.
Un líder más empático
La empatía también es una característica que requiere el nuevo líder, pues necesita saber que como a él le ha afectado la pandemia, también a los colaboradores y después de probar los beneficios del teletrabajo es difícil regresar a un trabajo 100% en oficina.
Una de las preguntas que han surgido con el regreso a la normalidad es ¿cuántos días a la semana son buenos en oficina y cuántos a distancia? Según una investigación de Harvard Bussiness School, dos días en la oficina y el resto en casa es lo ideal.
Esto debido a que el colaborador tiene la flexibilidad anhelada, mientas mantiene la conexión física con los colegas.
Sin embargo, establecer días genéricamente no es la solución, los líderes requieren repensar la forma de trabajar y los horarios, “cambiar el chip”, pues lo que a unos les conviene, puede que a otros no. Por ejemplo, un trabajador que reporta a un área internacional y tiene juntas a las 7 de la mañana, (por el cambio de horario), su horario será distinto al de los colaboradores que no reportan a otros países.
La tecnología es un gran aliado, pues permite llevar el registro de actividades y logros, sin necesidad de establecer horarios fijos.
Roles más flexibles
Regresemos al ejemplo del líder que siempre se encuentra en la oficina. Solemos asimilar productividad con horas de trabajo, con ver a las personas en la oficina y si no es así pensamos que no están haciendo sus labores.
Pero qué pasa si ese líder pone el ejemplo, si es él el que demuestra que desde la distancia se pueden cumplir objetivos, incluso hacer que la compañía crezca. Que cuando acude a la oficina se aprovecha el tiempo al máximo y no sólo se tienen juntas frente a una pantalla o reuniones que podían ser una llamada o un correo.
El nuevo liderazgo implica un cambio total en la forma de trabajar y de pensar, de comunicarse con los colaboradores y brindarles confianza, el trabajo híbrido es más que dos días a la semana en oficina.