El employer branding está de moda. Según Wikipedia, éste hace referencia a «la reputación de una empresa como empleadora. Fue usado por primera vez a principios de los años 90 y desde entonces ha sido mundialmente adoptado por los profesionales de redes sociales. Minchington (2005) define «employer brand» como «la imagen de tu organización como un ‘gran lugar para trabajar'».
Si bien este concepto no es nuevo, ahora, gracias a los avances en comunicación 2.0, hay una serie de factores que han contribuido a que el employer branding tenga más relevancia que nunca:
– Por una parte, la selección de personal se hace a través de internet, en portales específicos para ello o a través de un software que lo facilite. Y el desarrollo del Big Data, está posibilitando que esta selección se pueda hacer a escala global, y con muchísima más efectividad.
– Por otra, las redes sociales han motivado el que ahora sean los propios empleados, los entrevistados, familiares, etc. los que modelen la imagen de la compañía. Valen más las recomendaciones que los antiguos mensajes unidireccionales. Como es natural, esto ha contribuido a que se desarrolle la transparencia en las empresas, la responsabilidad corporativa, etc. Las empresas no sólo han de preocuparse por dar buena imagen, sino por ser, realmente, aquello que su imagen está transmitiendo. Y eso es muy positivo.
Tradicionalmente, el departamento de marketing y el de RR.HH. no han tenido una relación tan estrecha como la que ahora se impone. Con este gran desarrollo del employer branding ya no hay excusa: han de estar perfectamente coordinados para transmitir una imagen homogénea y favorable a los objetivos de la compañía. Para ello han de mirar con especial cuidado la presencia de la empresa como empleadora en internet: su perfil de compañía en Linkedin, y cómo se ofertan las vacantes, siendo siempre lo más honestos posible y tratando de presentarse de una manera atractiva para reclutar al mejor talento.
Esto último es especialmente importante en la actual coyuntura: la selección del talento es más compleja que nunca, como constataba el estudio de Accenture del pasado febrero de 2012, en que se veía que había un desequilibrio importante entre los puestos ofertados y las capacidades de los desempleados en Europa. Por ello, encontrar a los mejores candidatos dentro de su empresa, y a escala global, se ha convertido en una prioridad para cualquier departamento de RR.HH.
¡Cuidemos nuestro employer branding!