La necesidad de contratar a un profesional, es una situación que antes o después nos podemos encontrar a lo largo de nuestra carrera profesional y para lo que debemos estar preparados, ya que las consecuencias de un proceso de selección mal ejecutado repercuten directamente en los objetivos y estrategia de negocio de una compañía.
Resulta sorprendente ver cómo han evolucionado los procesos de selección en los últimos años a causa de múltiples factores. Actualmente nos encontramos con un mercado laboral cambiante. De sectores en los que la demanda de candidatos supera con creces a la oferta, pasamos a otros en los que las compañías compiten por captar un talento altamente especializado y concentrado en un limitado número de profesionales. Además la aparición de las Redes Sociales, han establecido nuevas formas de actuación tanto para las empresas como para los candidatos a la hora de abordar los procesos de selección.
Por otro lado la selección de un candidato, ya no es una responsabilidad exclusiva del departamento de RR.HH., sino que este proceso se extiende cada vez con mayor frecuencia otras áreas de la organización e implica a varios actores
Roles en el proceso de selección
El solicitante del puesto
En la mayoría de las ocasiones el manager o responsable de un departamento, tiene la responsabilidad de definir claramente el perfil y sus competencias, tanto profesionales como personales y debe estar involucrado en todas las fases del proceso de selección pudiendo incluso llegar a liderarlo.
El seleccionador
Ya sea externo o interno, es el nexo y principal interlocutor entre la compañía y el candidato, y su función se ha transformado en los últimos tiempos como consecuencia del nuevo escenario. El conocimiento de nuevas herramientas tecnológicas que den soporte a procesos de selección cada vez más complejos, el uso de nuevas fuentes para la búsqueda de los candidatos, la aplicación de técnicas de marketing y comunicación como elementos diferenciadores o la realización de labores de consultoría interna como base para la definición del candidato perfecto, son algunas de las nuevas competencias que estos profesionales han asumido.
El candidato
En lo que respecta al candidato, en un mercado laboral caracterizado por una competencia feroz, además de la formación académica y experiencia profesional, existen otros aspectos diferenciadores que las compañías tienen cada vez más en cuenta a la hora de escoger un empleado. Demostrar ilusión y compromiso por el puesto de trabajo al que se aplica, conocimiento de la cultura y actividad de la empresa o exponer logros concretos, son algunos de los aspectos mejor valorados por las empresas hoy en día. Además contar con una marca personal cuidada, es decir una presencia digital y actividad en Redes Sociales coherentes, resulta un aspecto cada vez más demandado por las empresas, independientemente del sector y del puesto al que se esté aplicando.
El papel del Employer branding
La imagen de la empresa influye notablemente en la capacidad para captar a los empleados más cualificados, por lo que cuidar su marca como empleadora «employer branding» resulta muy importante a la hora de atraer el mejor talento. Así mismo la «cultura y los valores» de la compañía deben estar presentes en todas las fases del proceso de selección, con el objetivo de que estos encajen con el perfil del candidato, un aspecto fundamental hoy en día que las compañías deben cuidar al máximo a la hora de elegir a sus empleados y motivo de fracaso frecuente en los procesos de selección.
Por último y otro de los factores importantes que contribuirán al éxito en los procesos de selección, reside en el uso de la tecnología y más aún si pensamos en situaciones en las que las empresas disponen de muy poco tiempo para llevar a cabo procesos de contratación masivos debido por ejemplo a la temporalidad de sus negocios o en el caso de compañías multinacionales que necesitan abrir nuevas filiales en otros países en un tiempo record. En estos casos resultará fundamental el uso de soluciones tecnológicas accesibles desde cualquier lugar y en cualquier momento, que permitan dar soporte a todas las fases del proceso de selección; desde la gestión de la solicitud interna del puesto, hasta la publicación de la oferta en cualquiera de las plataformas existentes, pasando por el registro de los datos de los candidatos en un único sistema y posterior análisis de la información para la elección y contratación final del candidato.