El pasado 14 de febrero, tuvimos el placer de impulsar la III sesión del Parlamento de los RRHH, una interesante iniciativa ideada por EscRHitores y la Comisión Editorial y de Comunicación de la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano (DCH), cuyo objetivo fundamental es servir de foro para el análisis y discusión sobre temáticas de actualidad que afectan a la función de Recursos Humanos.
El tema escogido en esta ocasión: la evaluación del desempeño, volvió a situar en la palestra un aspecto polémico para RRHH del que mucho se ha hablado y que sin duda todavía dará mucho de qué hablar. Bajo el título ¿la muerte de la evaluación del desempeño? la presidenta del Parlamento, Rosa Allegue, Directora Financiera de Skechers USA Iberia, comenzó el debate realizando una introducción sobre el origen, historia y situación actual de la evaluación. Por su parte, Luis Enrique Fernández, Partner de Pérez Llorca, expuso los principales impactos jurídicos y legales que plantean los procesos de evaluación y que las organizaciones deben tener en cuenta a la hora de aplicarlos.
Una vez contextualizado el concepto, Fernando Vargas, Director de Proyectos de la Escuela Europea de Coaching, como parlamentario ponente defensor, Begoña Landazuri, Directora de RRHH de Acciona Industrial y Acciona Concesiones y Tomás Otero, HR Manager Spain & Portugal de Norgine, en calidad de parlamentarios replicantes, aportaron su visión y expusieron de forma dinámica ante los asistentes, los beneficios e inconvenientes que plantean los procesos de evaluación basándose en sus experiencias.
Pros y contras de la evaluación del desempeño Respecto a los argumentos en contra de la evaluación del desempeño, tras escuchar las exposiciones de los expertos, todo parece indicar que estos procesos no están pasando por su mejor momento, resultando necesario encontrar nuevas fórmulas que permitan evolucionar los métodos tradicionales para adaptarse al contexto actual. ¿Qué aspectos ponen de manifiesto que la evaluación, tal y como se ha venido planteando hasta el momento, podría ser un proceso abocado al fracaso?
- Los procesos de evaluación son largos, tediosos, administrativos y carentes de valor, y en muchas ocasiones, resultan difíciles de entender.
- Son el origen de muchas de las incongruencias que tienen lugar en las empresas.
- Provocan grandes reticencias y resistencia a la hora de ejecutarlos: en el actual contexto digital, las nuevas generaciones buscan un feedback continuo y no aceptan los métodos tradicionales de evaluación, así mismo, esta gran resistencia sitúa a la función de RRHH en un papel complicado, al tener en muchas ocasiones que perseguir a los mandos para que los lleven a cabo.
- Causan altos niveles de desmotivación y frustración en la organización, tanto en los managers como en los empleados. Prueba de ello es que el mayor nivel de desmotivación, suele darse tras los procesos de evaluación.
Sin embargo, no todos los argumentos fueron negativos, durante el debate también se destacó la necesidad de continuar utilizando los procesos de evaluación del desempeño, al configurarse como una excelente herramienta que permite escuchar de forma activa a los empleados, conocer sus necesidades, generar buenas experiencias y en definitiva poder reaccionar. El futuro de la evaluación Pero si en algo coincidieron todos los parlamentarios, fue en la necesidad de evolucionar y dotar de un nuevo significado a estos métodos. ¿Cómo debería ser la evaluación del futuro?
- La evaluación precisa de la co-creación. Para diseñar el nuevo modelo resultará fundamental involucrar en el proceso a todos los implicados y utilizar metodologías ágiles para generar stackeholders reales, ya que si a ellos les sirven a RRHH también.
- Evaluar precisa aprender a conversar de manera estratégica y para ello, hay que entrenar y dar herramientas a los managers. Proporcionar nuevas fórmulas para formar a nuestros equipos y cubrir las expectativas y necesidades de los empleados.
- Es conveniente desvincular los procesos de evaluación a la retribución y asociarla a conversaciones de desarrollo y feedback continuo y de calidad. Ligar los procesos de evaluación a la retribución es un error.
- Focalizar los procesos de evaluación en el futuro, no en el pasado y generar conversaciones de aprendizaje y potenciadoras: “Evaluación vs. Evolución”.
- Dotar de un nuevo significado a la evaluación, generando pensamientos sistemáticos que permitan viralizar el aprendizaje de los equipos en cualquier punto de la organización.
Para finalizar, destacamos algunas de las interesantes ideas lanzadas por los parlamentarios con el objetivo de incitar a la reflexión durante el debate: Según Fernando Vargas, Director de Proyectos de la Escuela Europea de Coaching, “La evaluación del desempeño se hace y se seguirá haciendo toda la vida, el reto para RRHH reside en cómo dotarla de valor”.
Para Begoña Landazuri, Directora de RRHH de Acciona Industrial y Acciona Concesiones, “Es necesario evolucionar los sistemas actuales y huir de los métodos tradicionales. Necesitamos métodos más simples, ser disruptivos y buscar nuevas fórmulas que permitan dar un feedback 360º”.
Por su parte, Tomás Otero, HR Manager Spain & Portugal de Norgine, “La Evaluación del Desempeño es un proceso complejo que abarca muchos aspectos: dirección por objetivos, competencias, Mentoring, Coaching… y todo hay que hacerlo bien para que resulte exitoso”. Si te interesó la iniciativa, puedes ver este vídeo https://www.youtube.com/watch?v=QD-dcNKCrgw y además te invitamos a descargarte nuestro paper: «5 estrategias de evaluación para aumentar el compromiso»