Inglés
El mundo laboral actual es tremendamente exigente. Esto ha derivado en un sentimiento de fatiga laboral o “burnout” que cada vez afecta más a profesionales, organizaciones en todos los sectores de actividad. De hecho, en España se estima que 4 de cada 10 profesionales sufren este síndrome y estarían dispuestos a dejar su trabajo.
A lo largo de este artículo, profundizaremos en este novedoso concepto, analizando desde sus causas hasta las repercusiones que puede tener a largo plazo en individuos, equipos y organizaciones. Y, por supuesto, también hablaremos sobre las herramientas existente que pueden ayudar a las organizaciones a prevenirlo y gestionarlo.
¿Qué es el burnout o la fatiga laboral?
El burnout, también conocido como fatiga laboral, es un estado de agotamiento físico, mental y emocional que surge tras una exposición prolongada al estrés y a escenarios continuados de demandas excesivas en el entorno laboral.
Las sensaciones que perciben las personas que lo sufren son de desgaste extremo, falta de energía y apatía hacia las responsabilidades laborales, a lo que se añade una alta desmotivación y desconexión, que puede llegar a afectar a la salud física y mental, incluso fuera de los entornos de trabajo.
¿Cuáles son las causas del burnout?
La fatiga mental puede ser resultado de diversas causas, aunque las principales son la presión laboral constante y el desequilibrio que produce entre la vida personal y la vida profesional. Esta presión suele mostrarse en forma de exigencia para cumplir con expectativas muy altas o metas y plazos que dificultan mantener un balance adecuado entre la vida personal y la vida profesional.
Además, existen otros factores que influyen en la aparición del burnout, como la falta de apoyo y reconocimiento, o la sensación de no tener ningún tipo de control sobre las tareas y las decisiones del trabajo.
¿Cuáles son los síntomas más comunes del burnout?
El burnout se suele manifestar de distintas maneras, aunque lógicamente no todas las personas reflejan los mismos síntomas. Pero, entre los más frecuentes, podemos destacar los siguientes:
Cansancio físico y mental generalizado:
Se manifiesta a través de una constante sensación de fatiga, incluso después de periodos de descanso, y traducirse en dificultades para completar tareas en principio sencillas.
Desmotivación y falta de interés:
La pérdida de interés en actividades rutinarias, tanto en el ámbito laboral como personal, es otra señal distintiva, que viene acompañada de una pérdida de energía y motivación para involucrarse en cualquier actividad.
Dificultad para concentrarse y tomar decisiones:
Se inicia con la incapacidad para enfocarse en tareas o proyectos concretos, y se traduce en la toma de decisiones apresuradas o erróneas debido a la falta de claridad mental.
Cambios en los patrones de sueño y apetito:
Puede derivar en problemas para conciliar el sueño o, por el contrario, padecer un exceso de sueño y cansancio. De la misma manera, se pueden experimentar variaciones en el apetito, como un aumento o disminución así como trastornos en la alimentación.
Irritabilidad y cambios en el estado de ánimo:
La persona que sufre burnout puede volverse más irritable o sensible emocionalmente. Junto a esto, pueden surgir cambios en el estado de ánimo, como sentimientos de tristeza, ansiedad o depresión.
Aislamiento social y disminución del rendimiento laboral:
La evitación de interacciones sociales y una merma en el desempeño laboral son otras consecuencias comunes del burnout, que llevan a la necesidad de distanciarse de otros y a afectar a su productividad.
Sentimientos de fracaso:
Existe la percepción de no alcanzar metas o sentirse insatisfecho. La persona puede experimentar la sensación de no cumplir con sus objetivos o expectativas personales.
Problemas de salud física:
Se pueden manifestar en forma de dolores de cabeza, trastornos gastrointestinales o molestias musculares, que a menudo están relacionados con el agotamiento emocional y mental.
¿Cómo pueden las organizaciones prevenir el burnout?
Para prevenir el burnout, las organizaciones deben tomar algunas medidas como las siguientes:
- Fomentar una cultura de bienestar y equilibrio.
- Establecer expectativas y objetivos realistas.
- Brindar oportunidades de desarrollo profesional.
- Ofrecer opciones de flexibilidad laboral.
- Distribuir tareas de manera equitativa.
- Promover la desconexión digital.
- Cultivar un ambiente de trabajo en equipo y apoyo.
- Establecer canales de comunicación abierta.
- Reconocer y recompensar logros.
- Monitorear el bienestar a través de encuestas y análisis.
Pero, además, las organizaciones pueden servirse de soluciones tecnológicas que les permitan identificar detectar alguno de estos síntomas en sus empleados y, a su vez, atajar las posibles causas que puedan producirlo.
¿Cómo puede ayudar la tecnología a gestionar esta problemática?
En la actualidad existen herramientas innovadoras que ayudan a las organizaciones a comprender y mejorar la satisfacción y el compromiso de los profesionales. En concreto, las soluciones HCM de Cegid, dispone de una solución basada en una metodología de encuesta única que combina datos cuantitativos y cualitativos para proporcionar una visión completa de la experiencia del empleado.
Esta innovadora solución ofrece una serie de características que ayudan a las organizaciones a mejorar la experiencia de sus empleados ayudando a prevenir el síndrome del burnout, tales como:
Encuestas:
Posibilidad de disponer de una variedad de encuestas que pueden personalizarse para satisfacer las necesidades específicas de cada empresa, y que pueden centrarse en temas como la satisfacción laboral, el compromiso, el bienestar y la cultura.
Análisis:
Realización de análisis avanzados de los datos de las encuestas para ayudar a las organizaciones a identificar áreas de mejora.
Acciones:
Implementación de acciones concretas y personalizadas a las necesidades de los empleados para mejorar su experiencia laboral.
