“No nos traigas a los exitosos y arrogantes, esos que se las saben todas y no se equivocaron nunca…” me pidieron mis alumnos del MBA de la Universidad Torcuato di Tella[1] en Buenos Aires, cuando les pregunté qué invitados querían que les trajera a mis clases, pensando en referentes para ellos cuando proyectaran su futuro profesional.
Esta es una de las evidencias que muestran cómo este gran cambio de época, la mayor transformación de la humanidad en su historia por su profundidad y celeridad, está impactando en el paradigma del liderazgo. Efectivamente, los líderes que necesitamos para el nuevo mundo nada tienen que ver con aquellos del paradigma anterior: tienen otras capacidades, son valorados por otros atributos y se esperan de ellos otros resultados… (entre paréntesis… la academia sigue formando líderes basándose en el paradigma anterior y usando metodologías válidas en ese contexto…).
Les propongo una inmersión en los atributos de los líderes que necesitamos en esta nueva era a través de dos teorías, la de Otto Scharmer[2] y la de Frederic Laloux[3], que convergen mágicamente en sus conclusiones, como iniciando un recorrido desde distintas miradas y llegando al mismo lugar.
Otto Scharmer
Scharmer plantea que no podemos resolver nuestros problemas del mundo 4.0 con una mentalidad 2.0, basada en la escasez, el miedo, la competencia y el control.
Nuestro mundo hoy es un ecosistema complejo e interconectado que requiere un líder de gran humildad, apertura e inclusión, que puedan liderar “desde el futuro así como emerge”. Actualmente, estamos creando colectivamente resultados que nadie desea, basados fundamentalmente en tres disociaciones visibles: la ecológica, con el choque entre el planeta y el “self”; la social, con la ruptura entre el “self” y el otro y la espiritual/cultural, con la división entre el “self” y el “Self”, es decir nuestro potencial futuro en el planeta. El liderazgo del nuevo paradigma deberá buscar un impacto positivo en el planeta y en la sociedad, y por eso Scharmer acuña una definición hermosa:
El nuevo liderazgo consiste en ayudar a la gente a pasar de la cosmovisión del “yo” a la de “nosotros”.
Los líderes y las organizaciones 4.0 son aquellas que buscan no solamente resultados económicos, sino sociales y de cuidado del planeta, con foco en el bienestar de todo el ecosistema.
Scharmer nos dice también que esta nueva perspectiva requiere eliminar 3 mitos sobre el liderazgo instalados por el paradigma anterior:
- El líder es la persona en la cima de la organización: en el nuevo paradigma, el liderazgo es de todos, y se espera de todos los miembros del ecosistema que estén comprometidos en la búsqueda de soluciones y respuestas. Es decir, pasamos de una concepción de liderazgo ligado a la jerarquía al liderazgo individual en un ecosistema.
- El liderazgo se refiere a individuos: hoy, una mejor definición es que el liderazgo es la capacidad de un sistema de captar y delinear el futuro. Es decir, pasamos de individuos a ecosistemas.
- El liderazgo implica una visión: El liderazgo hoy está esencialmente ligado a la capacidad de escuchar, no de ver. Es necesario escuchar, observar, estar presente y decidir actuar, cocreando una nueva realidad.
Para el creador de la Teoría U, el nuevo liderazgo implica entonces apertura (de la mente, del corazón y del deseo) y la persecución del bienestar del conjunto, más allá de los intereses del negocio y personales que marcaban las prioridades en el paradigma anterior. Sin duda alguna, mucha más empatía, generosidad, vulnerabilidad e intuición.
Frederic Laloux
Al mismo punto arriba Frederic Laloux, que basa su análisis en las organizaciones como motores de desarrollo y su evolución a lo largo de la historia de la humanidad. La humanidad evoluciona dando saltos en su nivel de consciencia, superando la etapa anterior. Con cada evolución, cambia la sociedad, la economía, la estructura de poder, el rol de la religión y la forma en que los individuos colaboran. Como consecuencia, aparecen nuevas formas de organización.
Hoy estamos viviendo un nuevo salto, que Laloux denomina Teal y que es superador. Trae como novedad fundamentalmente 3 disrupciones:
- “Autogestión”: para operar con efectividad y a amplia escala, el modelo debe estar basado en relaciones entre pares (y no jerarquías).
- “La persona como un todo” las prácticas tienen que contemplar la persona en su totalidad, integrada.
- “Propósito”: las organizaciones deben tener sentido. En vez de tratar de predecir y controlar el futuro, los miembros de la organización son guiados por un propósito claro con el que se identifican y que va más allá de sus intereses personales.
Organizaciones líderes
Las organizaciones líderes serán las que puedan hacer prevalecer la confianza en lugar del control, y hagan desaparecer los egos y los silos en pos de la colaboración y el objetivo común, con individuos responsables de sus decisiones y acciones, adultos creativos y confiables.
Y es así como, al final del camino, los líderes del mundo Teal de Laloux tienen las mismas características que los del mundo 4.0 de Scharmer. El nivel evolutivo de una organización depende del paradigma de su líder… ¿cómo formamos los nuevos líderes? ¿cómo aceleramos la transformación de las organizaciones y del mundo?
Como decía el sabio Peter Drucker: “El mayor peligro en tiempos de turbulencia no es la turbulencia misma, sino actuar con la lógica del ayer”.
[1] Con orgullo, confieso que en 2019 celebramos mis 20 años dando clase en el MBA de la Universidad Torcuato di Tella
[2] Otto Scharmer es profesor del MIT y fundador del Presencing Institute y creador de la Teoría U. Su último libro es Leading from the emerging future: from ego-system to eco-system economies. San Francisco: Berrett-Koehler, 2013
[3] Frédéric Laloux es autor del libro Reinventar las Organizaciones, Ed. Arpa, 2014