Son las nueve de la mañana. Fede se está acabando su primer café del día cuando recibe una llamada desde China. Descuelga el teléfono, al otro lado, en la lejanía, una voz de hombre suena enfadada: «Fede, esto no me lo avisaste. ¡Yo así no puedo estar aquí, a mi mujer le va a dar algo!». Fede se suelta la corbata. El hombre que está al otro lado del teléfono lidera la apertura del mercado en el país, y es el más cualificado para ello. La operación ha supuesto una importante inversión para la empresa… «Manuel, dime, ¿qué ha pasado?». «Pues algo terrible, terrible, aquí no llega la señal de Televisión Española. He hablado con el proveedor y no hay manera, ni por cable, ni satélite, ni nada. No hay manera. Nosotros así no podemos estar. En este pueblo no hay nada que hacer el fin de semana. ¿Qué vamos a hacer?».
A la semana siguiente Manuel ya estaba de vuelta con toda su familia. Este es solo un ejemplo de lo que puede ocurrir cuando no se hace una buena selección de perfil del expatriado. Manuel era un excelente profesional, el mejor de su área, pero su capacidad de adaptación a entornos extranjeros no estaba lo suficientemente desarrollada. Este tipo de situaciones puede suponer un gran desgaste tanto para la persona movilizada como para la empresa; por suerte, esto ocurre cada vez menos a menudo.
En el último congreso de Factor Humano, donde contaron esta y otras muchas anécdotas, tuve la oportunidad de asistir al panel especializado en Gestión de la Expatriación, en la que diferentes profesionales de RRHH de empresas multinacionales dieron su punto de vista sobre el tema. Todos ellos coincidían en algo fundamental, y es que se está produciendo una profesionalización de la expatriación: ya no podemos hablar de gestión de expatriados sino de gestión de la movilidad internacional.
Hace algunos años el expatriado se consideraba un sacrificado al que había que premiar con grandes paquetes de beneficios y mimar con celo. En este sentido, varios ponentes contaban anécdotas muy divertidas relacionadas con el traslado de animales: desde el traslado de un caballo pura raza a Inglaterra, cuyo coste fue superior a 2000 euros, hasta el de los seis conejos de la mujer de un expatriado. Por suerte, hoy estas situaciones son cada vez menos habituales.
La expatriación, lejos de verse como un sacrificio, hoy en día se considera un plus para el desarrollo de la persona, y los puestos en el extranjero son cada vez más demandados. Por otra parte, además de mejorar las habilidades del empleado, para muchos está suponiendo una posibilidad de promoción interna que en sus países de origen tal vez no podrían conseguir.
Otro punto de coincidencia entre todos los expertos del panel, es la importancia estratégica de la movilidad internacional, componente esencial para el desarrollo global de la organización. Por ello, cada vez más las empresas promueven una cultura de expatriación, ya no se trata de dónde estés, sino de cómo estés desarrollando tu carrera profesional, y desde luego, hacerlo en el extranjero te da muchos puntos. Hoy en día esto es más evidente que nunca, en un mundo globalmente conectado donde la comunicación entre países se hace a tiempo real y las relaciones laborales son cada vez más flexibles y se presentan en muchas formas diferentes.
Este gran cambio de enfoque en la movilidad internacional, se puede resumir en los siguientes aspectos:
- Profesionalización de la movilidad internacional dentro de las organizaciones
- Pool de talento para la expatriación con los mejores perfiles: además de cubrir el perfil duro, se buscan diferentes habilidades de adaptación, una situación familiar adecuada a ello y disponibilidad
- Creación de unidades profesionales de movilidad en cada país
- La movilidad internacional es estratégica: supone una palanca de desarrollo para las empresas en el entorno global en que vivimos
- Se trata de transmitir una cultura de movilidad internacional en la organización
- La expatriación es una posibilidad de desarrollo profesional para el empleado, que además puede encontrar mejores opciones de promoción que en su país de origen