Escrito por Marina Ierace. Directora General Cegid América Latina
Una solución adecuada puede hacer mucho más eficiente el proceso, con un significativo beneficio tanto para la empresa como para el empleado.
Signo de los tiempos: el onboarding se convirtió en uno de los procesos más importantes para las organizaciones, a la vez que el uso de herramientas digitales pasó a ser imprescindible para llevarlo a cabo con la fluidez y la precisión necesarias.
El camino del recién arribado debe concretarse de la manera más amigable y eficaz, para que la experiencia del empleado sea satisfactoria desde el momento en que ingresa a la compañía, e incluso antes.
Conectar a este nuevo integrante, generar una interacción eficaz, facilitarle toda la información que requiere, involucrarlo con los managers y equipos con los cuales deberá interactuar, son todas tareas que exigen una solución tecnológica apropiada.
Una buena solución de Recursos Humanos ofrecerá a los responsables del área la oportunidad de normalizar el proceso marcando el ritmo de adaptación del colaborador, desde la firma del contrato hasta los primeros días en la empresa.
Es conveniente aprovechar todas las instancias que habilita cada etapa para multiplicar los puntos de contacto: se puede, por ejemplo, programar la comunicación a través de correos electrónicos para que el destinatario reciba mensajes de bienvenida y acceso a documentos informativos en los días previos a su incorporación.
También es recomendable, a partir de las facilidades que brinda la tecnología, diseñar para el nuevo colaborador un itinerario de e-learning que ponga a su disposición información relevante sobre la cultura de la empresa y otros contenidos que favorezcan la integración a su puesto de trabajo.
Otra beneficio destacable de la tecnología a la hora de implementar el onboarding es que parte de las tareas administrativas, como por ejemplo la creación de cuentas de correo electrónico, la solicitud de materiales o la tramitación de permisos y autorizaciones pueden también automatizarse y reducir de ese modo la carga de trabajo del área de Recursos Humanos.
Si el onboarding es una parte esencial de la estrategia de retención del talento, no se puede tomar con liviandad el aspecto tecnológico, porque todo lo que perciba el colaborador recién llegado será determinante para su futuro dentro de la organización. La formación de empleados leales, comprometidos y productivos se obtiene desplegando una estrategia idónea hacia ellos desde el primer día.