«Ahora aceptamos el hecho de que el aprendizaje es un proceso que dura toda la vida para mantenerse al corriente del cambio. Y la tarea más urgente es enseñar a la gente cómo aprender.»
Peter Drucker
Aprender durante toda la vida
Los «tiempos líquidos» de los que hablaba el sociólogo polaco Zygmunt Bauman han dejado paso a los entornos «VUCA», siglas en inglés de «Volátiles, Inciertos, Complejos y Ambiguos». Unos entornos caracterizados por el desconocimiento de qué nos traerá el futuro y la única certeza de que muy probablemente será distinto de lo esperado.
La velocidad a la que el conocimiento se crea y se destruye sigue creciendo con ritmo exponencial y la innovación continua ha dejado de ser una expresión de moda para convertirse en requisito indispensable de supervivencia, tanto para las organizaciones como para las personas.
Ante esta nueva realidad en la que vivimos, el aprendizaje adaptativo nos capacita para adaptarnos a ella de forma dinámica, flexible y, sobre todo, rápida, gracias a un proceso continuo de aprendizaje, desaprendizaje y reaprendizaje.
Aprender es trabajar
Frente al relativamente cómodo aprendizaje característico del trabajo manual – un aprendizaje basado mayoritariamente en la observación, imitación y repetición – el aprendizaje en el trabajo del conocimiento exige algo más por nuestra parte.
Aprender en el trabajo del conocimiento es un trabajo. Se aprende como resultado de una voluntad, que se expresa en una actitud y que va unida a un proceso activo y permanente. Más allá de la memorización puntual de información o de la incorporación de habilidades concretas por medio de la práctica y la repetición, el trabajo del conocimiento es un proceso de aprendizaje continuo basado en la experiencia.
En el trabajo del conocimiento, se aprende, sobre todo, haciendo. Es un aprendizaje iterativo, por medio de modelos y prototipos. Se trata de un aprendizaje nuevo y exigente que requiere, sobre todo, pensar. Por algo pensar es la esencia misma del trabajo del conocimiento.
Tradicionalmente se ha aprendido desde el pasado. El pasado todavía puede enseñarnos mucho. Pero ahora, las respuestas para el futuro cada vez se encuentran menos en el pasado. De forma progresiva, el conocimiento relevante es mayoritariamente tácito, extraído a partir de experiencias en el presente, ya que buena parte de él no está en los libros. Aprender, en este nuevo tipo de trabajo, es extraer conocimiento de experiencias reales, aquí y ahora.
Aprender con sentido
Los hipermedia han puesto a nuestro alcance cantidades ingentes de información, en tiempo real y a menudo sin coste. El volumen de cosas sobre las que podemos aprender escapa con creces a nuestra capacidad para hacerlo. Aunque dedicáramos nuestra vida entera a aprender, tan solo podríamos llegar a abarcar una mínima parte de lo posible.
Ante esta situación, es imprescindible tener claridad sobre qué aprender y qué no aprender. Aprender algo siempre tiene un coste de oportunidad asociado, ya que podrías estar dedicando esa atención a aprender algo distinto y potencialmente más útil y valioso.
Por eso, antes de aprender algo, es clave saber qué en concreto quieres aprender y, sobre todo, para qué lo quieres aprender. Solo así podrás pasar del «aprender por aprender» al «aprender con sentido».
Conclusión
Aprender ya no es lo que era. Del aprendizaje pasivo, uniforme y reactivo, característico del trabajo industrial, es preciso evolucionar hacia nuevas formas de aprendizaje, más adecuadas a las necesidades que plantea el trabajo del conocimiento.
La efectividad del trabajador del conocimiento depende en gran medida de su capacidad para mantener su conocimiento al día, lo cual está estrechamente vinculado a su capacidad de aprendizaje. Sin aprendizaje, un profesional del conocimiento difícilmente podrá ser efectivo. Paradójicamente, las exigencias crecientes que este nuevo tipo de trabajo plantea hacen cada vez más difícil dedicar la atención necesaria a aprender.
Tener que aprender durante toda la vida, que aprender sea un trabajo en sí mismo o la necesidad de aprender con sentido, junto a la dificultad creciente para dedicar al aprendizaje la atención que requiere, hacen que aprender a aprender sea uno de los grandes retos del trabajo del conocimiento.
2015 José Miguel Bolívar – Algunos derechos reservados. This work is licensed under a Creative Commons Attribution-ShareAlike 4.0 International License.