La responsabilidad social corporativa (RSC) es una de las temáticas más importantes en las organizaciones. El medioambiente y la ecología han sido los elementos principales durante la última década, sin embargo, hoy en día, está surgiendo otro tema que está ocupando cada vez más fuerza: las condiciones de trabajo (CDT). Un aspecto que está jugando un rol principal en la percepción de “responsabilidad” de las empresas. ¿La RSE vendría siendo una cuestión de CVT?
RSC y CDT: concordancia de objetivos
Una investigación realizada en Estados Unidos, demostró que al menos el 51% del talento no trabajaría para una empresa que carece de compromisos sociales y medio ambientales. ¹
En paralelo, las empresas, le están dando espacios cada vez más importantes a las CDT y a la experiencia de los colaboradores. Claro está, la mejora en ese aspecto es una parte esencial del objetivo principal de la RSC.
Actualmente, la complejidad laboral y los riesgos psicosociales son aspectos importantes para la salud en los entornos de trabajo, asimismo llaman la atención de los medios de comunicación y ocupan un lugar cada vez más predominante en los diálogos sociales. Por lo que resulta evidente que los esfuerzos de las organizaciones en la RSC deben ir más allá de las preocupaciones medioambientales incluyendo cuestiones clave relacionadas con el respeto humano.
Promover una nueva imagen de la empresa
En las diferentes partes del mundo el concepto de RSC se ha desarrollado inicialmente a través de una concienciación por parte de los consumidores respecto al impacto medioambiental que tienen los productos que compran. Cuestiones como la contaminación se han traspasado al ámbito humano en lo que se refiere a la protección del empleo, la dureza de las condiciones de trabajo, la higiene, la seguridad y los riesgos psicosociales, tres temas directamente relacionados con la CDT.
La CDT se ha vuelto una temática protagonista en las políticas de RSC. Mejorar el ambiente interno y el bienestar laboral de los empleados, son aspectos fundamentales en la búsqueda de las empresas respecto a su responsabilidad con la sociedad. La calidad de vida en el trabajo depende, en gran medida, de las condiciones en las que los empleados realizan su trabajo y de su capacidad para expresarse y actuar.
Una CDT satisfactoria, requiere que las actividades despierten un interés para los colaboradores y que les permitan asumir responsabilidades de forma autónoma y con un reconocimiento. En ese sentido, la gestión y la organización laboral son esenciales para la calidad de vida en el trabajo. Sin embargo, el sentimiento de bienestar laboral también necesita de la existencia de unos valores comunes y compartidos de los colaboradores con la organización.
Mas allá de las preocupaciones medio ambientales, la RSC puede aportar bastante a la CDT, por medio del compromiso social. Los colaboradores se sentirán mejor en una empresa que comparte sus convicciones en materia de:
Diversidad
La igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la representación de minorías, al igual que la representación de generaciones jóvenes, son aspectos que pueden aparecer en el acta de diversidad de las empresas.
Inclusividad
La CDT se percibe todavía más cuando los colaboradores se sienten parte de una empresa que recibe todos los perfiles profesionales, culturales, humanos. Los colaboradores suelen comprometerse aún mas con una empresa que se muestra empática y se interesa en la riqueza de todo tipo de perfiles.
Conclusión
Las temáticas de RSC ayudan a construir una base de valores esenciales para una buena calidad de vida en el trabajo, de la misma manera, una CDT eficiente, es una señal de éxito en un proyecto de responsabilidad social empresarial. Las nociones de calidad de vida en el trabajo y responsabilidad social empresarial, no se deben disociar.
Además de este estrecho vínculo, la CDT y la RSC comparten un aspecto primordial: ambas implican un cambio de paradigma o de cuestionarse seriamente la finalidad de una empresa. La finalidad no puede ser únicamente financiera, ya que la actividad de una empresa tiene un impacto en diferentes stakeholders, desde colaboradores hasta candidatos, desde clientes hasta proveedores.
El común denominador entre CDT y RSC, podría venir desde la palabra “respeto”. Respeto del ser humano, de su medioambiente, de su calidad de vida, del planeta. No se trata de una ilusión o un ideal, sino de orientar globalmente, la manera en la que viviremos mañana: con qué objetivos, de qué manera y en qué mundo.