¿Cómo se debería implantar una estrategia de RR.HH. basada en datos? En este nuevo artículo, compartimos algunas recomendaciones
El término de transformación digital incluye como parte importante de este proceso la revolución de los datos y nuevas perspectivas que estos ofrecen a las empresas. De hecho, una organización que aplica una estrategia basada en datos, realiza una toma de decisiones a partir del análisis de datos concretos. Con todo esto, surge una cuestión: a medida que los datos generados por las empresas continúan aumentando, ¿cómo se clasifica y valora esa gran cantidad de información? y ¿cómo implantar una estrategia basada en datos?
¡Moviliza a los líderes y al talento adecuado!
El lanzamiento de toda estrategia basada en datos requiere la implicación de todos los integrantes de la compañía. ¿Por qué? porque por un lado, este tipo de estrategia tendrá un impacto directo en la evolución de la empresa, y por otro, una “cultura del dato” debe estar implantada en todos los niveles de la organización. Por tanto, ¿cuáles deberían ser los pasos a seguir? Desde el inicio del proyecto, los directivos de la empresa deben estar dispuestos a colaborar para preservar la coherencia de la estrategia global de la organización.
La implantación de una estrategia basada en datos también requiere de un conocimiento y de habilidades específicas para mejorar la calidad de los datos digitales recopilados. Por consiguiente, la formación de algunos empleados o la contratación de nuevo talento resulta indispensable para ocupar nuevos perfiles profesionales como el de Data Scientist (que recopila e interpreta los datos), Chief Data Officer (que asegura la fiabilidad y la consistencia de la información, y administra los datos para el desarrollo de una estrategia), etc.
Para poder detectar ese “Gap de Talento”, una de las prácticas que se debe llevar a cabo es realizar una auditoría de la situación existente, para saber qué datos hay disponibles ¿De qué datos internos disponemos? Entre algunos de los datos generados por una empresa destacan:
- Datos comerciales: número de ventas realizadas, volumen de negocio, etc.;
- Datos inherentes a los recursos humanos: retribución a los empleados, formaciones solicitadas y realizadas, bajas laborales, ausencias justificadas e injustificadas, tasa de rotación, etc.;
- Datos contables y financieros: facturas de clientes, facturas de proveedores, alquileres, gastos, balances y cuentas de resultados, etc.;
- Datos legales: elaboración de cuentas anuales, cumplimiento de procedimientos, etc.;
- Datos operativos: existencias, plazos de envío de paquetes, etc.;
En cuanto a los datos externos, se puede establecer una correlación con los datos internos. Algunos ejemplos los podemos encontrar en:
- Datos de los clientes: área geográfica, profesión, grupo de edad, poder adquisitivo, etc.;
- Datos de los usuarios de Internet: número de visitas al sitio web de la empresa, suscriptores en las redes sociales, evolución de las interacciones, perfil de los usuarios de Internet, opiniones publicadas en Internet, etc.;
- Datos relacionados con el sector de actividad: cambios en la normativa, registro de marcas nuevas, empresas más exitosas, comportamiento de la población con respecto a un tema específico, etc.;
- Datos de los competidores: precios aplicados, productos y/o servicios adicionales ofrecidos, etc.
No obstante, es interesante prestar atención para no recopilar datos que sean irrelevantes y que no aporten nada al proceso.
Almacenar, clasificar y limpiar los datos
Una empresa no solo debe contratar al talento adecuado, también debe proporcionar a los empleados los recursos necesarios en términos de recopilación y almacenamiento de datos. Además, cada organización tiene necesidades de almacenamiento diferentes en función a criterios como las aplicaciones que generan la mayor cantidad de documentos, la velocidad de acceso a los datos, etc. De hecho, esta etapa representa una oportunidad de eliminar datos duplicados o incluso erróneos u obsoletos y de trabajar a partir de una base de datos fiable y armonizada.
Los datos pueden clasificarse de varias formas (además de la clasificación de datos internos o externos): datos temporales, datos permanentes, datos anónimos, datos sensibles, etc. Estas categorías se pueden cruzar entre sí con el fin de identificar aquella información que resulta más relevante.
Aprovechar los datos… para encontrar áreas de mejora
Una vez que se han recopilado, limpiado y centralizado, los datos se someten a un análisis y valoración. Los problemas que pueden surgir dependerán de cada empresa, pudiendo ser algunos como:
- ¿Cómo perfeccionar o reorientar la estrategia de la empresa?
- ¿Cómo mejorar la experiencia del cliente?
- ¿Cómo acelerar la toma de decisiones?
- ¿Cómo reducir costes?
Pero debemos tener especial cuidado ya que el análisis de los datos puede revelar información hasta ahora no contemplada y por tanto que no había sido prevista.
La implantación de una cultura basada en datos necesita tiempo. Por consiguiente, una fase de «prueba y aprendizaje» resultará esencial para hacer las correcciones necesarias con el fin de mejorar constantemente y crear valor: ahorrar tiempo en los procesos, consolidar los lazos con los clientes, ofrecer una mejor experiencia a los empleados, apoyar decisiones sobre aspectos concretos, etc. Los gráficos, diagramas de columnas, tablas dinámicas y mapas de distribución son algunas de las herramientas que permiten visualizar los datos de forma rápida y eficaz.