Por Marta Moreno.
Viajar por trabajo te permite ganar experiencia y aprender muchas cosas. Sin embargo, cuando pasas más del 65% del año viajando por trabajo, esperas con emoción la llegada de las vacaciones para relajarte y disfrutar de los diferentes lugares a la vez que te diviertes.
Justamente acabo de regresar de mis vacaciones «de invierno» (este verano tuve mucho trabajo en Meta4) en Tailandia. He recorrido la zona norte visitando sitios muy interesantes cercanos a la frontera con Myanmar y también he ido a bucear a la costa del sur del país (ver foto en la playa de Patong, Tailandia).
Además he pasado un par de días en Bangkok donde tuve la oportunidad de quedar con Sariti. Conocí a Sariti durante la implantación de un proyecto de Gestión Global de RRHH en Europa y Norteamérica. Aunque ella trabaja para un cliente de Meta4, nos hicimos buenas amigas durante el proyecto y fue genial poder quedar con ella de nuevo en Bangkok (donde acaba de mudarse recientemente).
Aprovecho para agradecerle lo bien que nos trató y la cariñosa acogida en su país. Me encantaría que nos volviéramos a encontrar en alguna parte del mundo, no importa que sea por trabajo o vacaciones. 🙂