Las carreras profesionales cambiarán drásticamente en los próximos años.
En este nuevo mundo, hay 10 habilidades clave que las personas deberán dominar, según el célebre Institute For The Future.
El Institute for the Future acaba de publicar un estudio en el que se perfilan las habilidades de los trabajadores del futuro. Las nuevas tecnologías, como la automatización (microsegmentación y robótica) juegan un importante papel en este cambio, y los trabajadores que mejor puedan desarrollarse en este nuevo entorno serán aquéllos que sepan encontrar <<un «punto perfecto» de cooperación entre seres humanos y sistemas automatizados, logrando juntos muchos más de lo que consiguen de manera individual>> (Findler y Gorbis: 2013).
Así, los investigadores Devin FinDLer y Marina Gorbis, hicieron un decálogo de las diez nuevas habilidades de las personas del futuro:
1. Pensamiento computacional: A medida que aumenta la cantidad de datos disponibles, las personas necesitarán contar con una mentalidad más analítica y conocer los lenguajes de programación, no sólo para comprender el mundo virtual, sino también el real.
2. Mentalidad orientada al diseño: Las herramientas tecnológicas se abaratan y se acelera y facilita su implementación, con lo que cada vez podemos dedicar más atención al diseño.
3. Administración de la carga cognitiva: La sobrecarga de información a la que estamos expuestos nos impone realizar una labor de «administración de nuestra carga cognitiva», es decir: filtrar la información y focalizarnos en lo importante.
4. Nuevo conocimiento sobre los medios: En el futuro se desarrollarán todavía más los medios generados por el usuario –incluyendo vídeos, blogs y podcasts-, y las personas habrán de leer un vídeo igual que leen hoy un documento escrito.
5. Hacia un mundo multidisciplinario: La complejidad actual demanda que haya grandes interacciones entre disciplinas. Igualmente, los trabajadores del futuro deberán ser especialistas de un campo pero tener la capacidad de entender el lenguaje de una gran variedad de disciplinas.
6. Pensamiento crítico: A medida que se divide el trabajo entre personas y máquinas, realizando estas últimas, las tareas más rutinarias y automatizadas, la capacidad de resolver problemas, que por su complejidad, no sea posible que los resuelva una máquina, será fundamental.
7. Inteligencia social: La complejidad demanda personas con altas capacidades de inteligencia emocional y social, para moverse en entornos muy diversos.
8. Pensamiento innovador y adaptabilidad: Ambas habilidades serán muy valoradas en el futuro, en especial con el avance de la automatización y el «offshoring».
9. Capacidad transcultural: Esta capacidad es especialmente importante en el mundo que vivimos, globalmente conectado. Las personas deben de ser capaces de adaptarse a cualquier entorno y entender diferentes lenguas y culturas. Los grupos más ricos serán los más diversos.
10. Colaboración virtual: Las nuevas realidades virtuales y las redes sociales están reemplazando a las charlas de pasillo y el reto es saber motivar a un grupo disperso. Para ello una opción son las plataformas colaborativas que incluyan funcionalidades de los juegos.