Escrito por Alfonso Mazariegos
Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente visitaron recientemente las oficinas de Cegid en Madrid buscando modernizar el sistema que actualmente utilizan para evaluar si los niños del mundo han sido buenos.
¿Realmente evalúan a todos los niños del mundo?
Gaspar: Lo cierto es que mucho más que eso. Todos tenemos un niño dentro que debe portarse bien y mejorar como persona. Recibimos cartas de niños de todas las edades, y, evidentemente, nos tenemos que asegurar que todos son buenos.
Baltasar: Y cada año es más difícil recopilar toda la información que necesitamos para asegurarnos si has sido bueno o no.
¿Qué es lo que dificulta tanto recoger esa información?
Baltasar: Todavía dependemos mucho de la comunicación por carta. Tenemos prácticamente una ciudad de archivadores en las que vamos recogiendo toda la información que nos remiten las personas que rodean a cada niño, principalmente los padres. Encontrar determinada información de un niño en concreto es una tarea titánica.
Melchor: Pero no vayas a pensar que estamos tan obsoletizados. Hemos incorporado algunas mejoras en nuestro proceso, los puntos importantes de cada niño ahora tenemos un equipo de pajes que los transcriben de las cartas a unas hojas de cálculo que hemos definido especiales.
¿En qué consiste ese proceso de evaluación?
Baltasar: Nosotros identificamos cinco características básicas que todo niño debe cumplir, que sea honrado, solidario, respetuoso, ecuánime y agradecido. Principalmente los padres, pero también abuelos, tíos, profesores, hermanos, primos, etcétera, nos proporcionan una valoración para cada una de esas característica.
Gaspar: También dejamos que los padres, que son los evaluadores más cercanos a los niños, les fijen objetivos concretos, tales como tener el cuarto ordenado, hacer los deberes todos los días, cuidar de los hermanos, recoger los juguetes después de haber estado jugando… Aquí las opciones son infinitas, puesto que cada niño es distinto y los padres tienen total libertad para definir estos criterios.
Baltasar: Nosotros tenemos que tener en cuenta tanto las características principales que son comunes para todos los niños, como los objetivos que cada padre les pone. Toda la información que recibimos es importante.
Melchor: No os olvidéis que también tenemos en cuenta la información que el niño nos envía en la carta para la evaluación final. Con toda esa información nosotros tenemos que analizar para ver que niños han sido buenos y mejores personas cada año.
¿Por qué después de más de dos mil años buscáis un nuevo sistema?
Melchor: Los tiempos están cambiando. Las nuevas tecnologías nos invaden y cada vez es más costoso para todos depender de documentación en papel, cartas, etc.
Gaspar: Además tener las evaluaciones en una plataforma en la nube nos permitirá consultar las evaluaciones mientras estamos repartiendo regalos la misma Noche de Reyes, cosa que ahora nos obliga a llevar camellos extra con todos los documentos.
¿Tenéis previsto aprovechar para mejorar el sistema?
Baltasar: Pues lo cierto es que sí. Una de las cosas que más problemas nos da es obtener información de los padres.
Melchor: Si, queremos incorporar un sistema que nos ayude a valorar como impactan lo buenas personas que son los padres con el comportamiento de los niños.