Vivir es elegir
La existencia de una persona se desarrolla habitualmente en tres etapas concatenadas. La primera se manifiesta con un enfático “¡yo! ¡yo!”. Quien más quien menos considera en su adolescencia física o mental que puede comerse el mundo. Según evoluciona la existencia y vamos tropezando con obstáculos llega el momento de un irrisorio y escéptico “¡yo, ya…!”. Si no mimamos la formación de forma adecuada, y muchas veces es imprescindible coach para lograrlo, nos abatiremos en la fase del “¡ya, ya!”.