Desde hace algunos años estamos viviendo un cambio significativo en la manera en que las empresas gestionan sus recursos humanos. Este cambio se ha producido, principalmente, porque han surgido nuevas necesidades para adaptarse a un contexto cada vez más cambiante y más globalizado. Y porque gracias a la investigación, podemos desarrollar herramientas mucho más potentes para gestionar de forma más eficiente a las personas.
Hace no demasiado tiempo, las empresas contrataban aplicaciones «nicho» que cubrían distintas necesidades. En un primer momento estas aplicaciones gestionaban sólo la administración de personal. Luego aparecieron otras que cubrían necesidades más especializadas. Pero ni las unas, ni las otras, cubrían de manera eficiente las necesidades de una empresa con ánimo de crecer, sobre todo si pretendían hacerlo fuera de sus fronteras.
Pero hemos llegado a tal punto de complejidad en la actualidad, tanto en las empresas como en los entornos en los que éstas operan, que se está haciendo cada vez más difícil gestionar con éxito a las personas. Actualmente las empresas demandan soluciones integradas que soporten el capital humano de una manera estratégica. Ya no es suficiente con que los directivos marquen un plan estratégico para lograr los objetivos de la empresa y que el despliegue de esta estrategia recorra todos los departamentos, ahora es totalmente necesario que la planificación estratégica llegue a los departamentos de Recursos Humanos, lo que nos permitirá analizar y detectar las áreas que podemos mejorar y las necesidades futuras que tendremos que cubrir.
Pero esto no termina aquí. En estos momentos tampoco es suficiente un software, por muy potente que sea, gestionado únicamente por los departamentos de RRHH. Ahora, y cada vez más, los managers necesitan poder controlar de una manera proactiva a sus «recursos humanos», en definitiva, a sus personas. Ahora se ha vuelto necesario redirigir la investigación hacia una línea de software que permita que un manager cuente con una aplicación «inteligente» para gestionar su equipo. Y por «inteligente» me refiero a todo lo que este software sea capaz de hacer en relación con la generación de información, su análisis y, sobre todo, su «interpretación». Dado que dicha «interpretación» nos sugerirá las diversas acciones que se pueden emprender, desconocidas hasta este momento, y que nos permitirá tomar las mejores decisiones.
Los programas actuales, se quedan cortos a la hora de «interpretar» toda la información que producen. Son capaces de generar miles de tablas, gráficos y analíticas, pero son incapaces de «interpretar» toda esa información para guiar a sus usuarios en la efectiva toma de decisiones.
Donde termina la capacidad del software es dónde comienza la necesidad de contar con procesos inteligentes que apoyen la toma de decisiones. Y por tanto, que puedan proponer a un manager los posibles caminos de investigación, teniendo en cuenta no sólo la problemática de la empresa, sino también otras variables críticas para el negocio. En otras palabras, un software que nos ayude a adelantarnos a nuestras futuras necesidades. Que nos ayude a tomar las mejores decisiones gracias a su poder de «anticipación».
Veamos un ejemplo:. La mayoría de las empresas inmobiliarias están viviendo quiebras o regulaciones de empleo. ¿Pero qué ocurre con las empresas que están logrando sobrevivir? Que muchos de sus trabajadores, y en buena medida de sus mejores trabajadores, se están marchando a otros sectores. Y los que se quedan, pierden buena parte de su capacidad por la falta de motivación.
¿Y qué debe hacer una aplicación «inteligente»? Son fundamentales varias cosas. Que puedan generar la información relativa a los niveles de pérdida del talento, del estado del «pool» de talento del que disponen, del grado de motivación de sus empleados, del riesgo de «fugas» futuras, de la rotación, etc. También es fundamental que estas aplicaciones generen los análisis necesarios, y pueda realizar las relaciones y comparaciones oportunas. Además, es fundamental tener en cuenta otros factores fundamentales externos a las empresas, como son la crisis del sector sumada a la crisis económica.
Pero lo que es todavía más importante, deben hacernos capaces de anticiparnos al futuro gracias a su capacidad de generar caminos de investigación que nos ayudarán a evaluar la situación. O dicho de otro modo, de generar propuestas de posibles acciones que se pueden emprender y que darán a los managers, sin necesidad de que estos posean conocimientos previos de RRHH ni de tener que realizar ninguna formación complementaria, la capacidad de tomar las mejores decisiones. El futuro reside en aprovechar el conocimiento del negocio que posee un manager, sumado a la capacidad de «anticipación» de que dispondrá gracias a este tipo de software.
En el ejemplo citado anteriormente, dado lo crítico de la situación de las empresas que operan en el sector inmobiliario, se vuelve fundamental contar con este tipo de aplicaciones. Un software capaz de interpretar toda la información generada y que además pueda analizar dicha información y pueda sugerir a los managers los caminos más apropiados, no sólo según el análisis de la empresa, sino a partir del estudio de cómo la crisis del mercado pueda afectarnos en el futuro.
El workforce planning es algo clave en la gestión de los RRHH. Porque en gran medida, o mejor dicho, casi en su totalidad, el éxito de las empresas del futuro depende de la capacidad que estas tengan para evaluar sus necesidades de talento y su capacidad de trazar un plan de acción para cubrir esas necesidades de la menara más eficaz posible. Y para ello, es totalmente imprescindible contar con una aplicación que nos ayude a cumplir estos objetivos.
La misión principal de estas herramientas debe ser la de «alinear» la toma de decisiones relativa a las actividades de Recursos Humanos con las metas de la organización. Y es algo que las nuevas tecnologías facilitan a día de hoy.