Se acercan fechas empleadas por muchos para el descanso. Como bien enseñaban los griegos clásicos, negocio (nec-ocio) es en lo que hay que ocuparse para luego disponer de tiempo para lo importante: el ocio. Entendido el ocio, claro está, no como holganza, sino como el periodo en que cada uno disfruta de la contemplación del bien la verdad y la belleza, y de la conversación con los demás y consigo mismo para desarrollarse como persona. Ocio deberían ser, en fin, los días en que nos enriquecemos cultural y espiritualmente.
Para que esto suceda, es conveniente seleccionar, en la medida de lo posible, con quién conversaremos, qué películas veremos y en qué libros nos engolfaremos.
He aquí algunas sugerencias.
Por lo que a películas se refiere, aconsejo deleitarse con «El fundador», largometraje en el que se describen las vicisitudes por las que atravesaron los hermanos McDonalds y también quien acabaría siendo el fundador de la cadena de hamburgueserías. La cinta está repleta de reflexiones sobre el dinero, el sentido de la existencia, la necesidad del espíritu emprendedor… Incluidas, por cierto, algunas sobre la ética empresarial. Michael Keaton que personifica a Ray Kroc desarrolla un papel excepcional.
La segunda es «Gold, la gran estafa». Inspirada en una historia real, Matthew McConaughey da vida a un aventurero empeñado en conquistar el cielo sin pisar tierra. La especulación, la financiación piramidal, las salidas a bolsa no adecuadas y tantos otros aspectos de la vida oscura de los negocios están presentes en este largometraje en el que solo sobran en diversos momentos dosis de histrionismo.
Algunos libros. Empiezo por El caballo rojo, de Eugenio Corti, que recorre la historia de Italia en torno a la segunda guerra mundial. Llena de guiños a las necesidades más profundas del ser humano, y basada en la vida del autor, engancha desde el comienzo.
¿Por qué no podemos esperar?, de Martin Luther King, sigue siendo un texto de referencia por más que en algunos pasajes el paso del tiempo haya dejado marca.
Amin Maalouf, en Las escalas de Levante, sitúa ante nuestra mirada a un héroe de la resistencia francesa. Es otro de esos libros en los que el fondo y la forma se combinan a la perfección para hacernos aprender a la vez que disfrutamos.
Machover ofrece un texto interesante de forma especial en el primer centenario de la revolución bolchevique. Se trata de La cara oculta del Che. Desmitificación de un héroe romántico. Coincide con otros estudios que van desmontando la incomprensible superioridad de quienes contra toda evidencia siguen denominándose progresistas y en realidad aventuran soluciones del s. XIX (o incluso del s. XVIII) para el s. XXI. En esa línea se encuentra también mi reciente ¡Camaradas! De Lenin a hoy.
Concluyo hoy con la recomendación de la obra de Claudio Magris, Conjeturas sobre un sable, texto en el que de nuevo la verdad y la belleza confluyen para hacernos transcurrir horas de gozo estético e histórico.
El cerebro es un músculo que, como cualquier otro, hay que hacer trabajar para que no quede inutilizado. En un mundo en el que parece que un último tweet es algo relevante -¡casi nunca lo es!-, tornar a la lectura pausada es la mejor opción para todo el año, incluido el verano.