Por Marta Moreno Cuesta
Como consultora global de RR.HH., mi trabajo consiste en apoyar la implantación de las soluciones de RR.HH. en cualquier país del mundo. Para llevar a cabo este proceso se suele contar con un equipo de trabajo multicultural y multidisciplinar que guiará a la empresa durante todas las etapas. Pero antes de llevarlo a cabo, las personas que van a participar en él, experimentan diferentes sensaciones como curiosidad, preocupación, entusiasmo o miedo al cambio.
Mi experiencia me dice que para asegurar el éxito del proyecto, se debe garantizar la efectividad del trabajo de estas personas y aprovechar sus buenas actitudes no sólo a nivel individual sino también a nivel colectivo. Por tanto, la clave para sentar las bases adecuadas para la puesta en marcha de un proyecto reside en CONSTRUIR UN EQUIPO DE TRABAJO.
El primer paso sería identificar con el cliente quién va formar parte del equipo, en principio, la mayor parte de las tareas recaerán en el departamento de RR.HH., nuestro interlocutor habitual, aunque los profesionales de este área tendrán que trabajar de forma colaborativa con otros departamentos: Sistemas, Financiero, Consultores Externos, Sponsors… etc.
Por tanto es muy importante que los diferentes representantes de estas áreas se sientan como integrantes del grupo y así sean considerados también por parte del departamento de RR.HH. La aportación coordinada de cada uno de los miembros será fundamental para la consecución de los objetivos y el avance del proyecto.
Una vez que se han identificado los integrantes, es recomendable realizar sesiones de team building antes de arrancar el proyecto. No es evidente suponer que un grupo de personas es un equipo y más aún si no han trabajado juntas anteriormente.
Existe la idea equivocada de que las sesiones de team building podrían suponer una pérdida de tiempo, pero está demostrado que ejecutadas en el momento oportuno son realmente una inversión en tiempo y costes para el proyecto puesto que, durante estas sesiones, el equipo desarrolla una serie de competencias en un ambiente diferente del entorno laboral que después facilitarán el trabajo a realizar para el proyecto. Algunas de las competencias son las siguientes:
– Respeto por las ideas/opiniones de los demás
– Mejora en la comunicación
– Capacidad de resolución de problemas en grupo
– Reconocimiento a la contribución del resto de los integrantes
– Desarrollo de la confianza en el grupo
– Desarrollo de la motivación y el compromiso en el grupo
Mi mejor experiencia de team-building antes de arrancar un proyecto de gestión Global de RR.HH. fue con un cliente del Norte de Europa. Las sesiones tuvieron lugar en Suecia y se reunían representantes de 6 países diferentes, además de los consultores externos a la compañía.
Dado el ámbito Global del proyecto, las técnicas de team building debían abordar desafíos adicionales como por ejemplo los diferentes países de origen de los integrantes, sus diferencias culturales, idiomas y formas de trabajar o la distinta percepción de conceptos clave para conseguir el éxito del proyecto como las fechas límite o la puntualidad.
El proceso de aprendizaje de estos aspectos estaba implícito en las actividades planteadas en estas sesiones y nos permitió salvar barreras que frecuentemente se detectan demasiado tarde: cuando el proyecto se está ejecutando.
Después de una gymkhana por la ciudad, sesiones de cocina y otras técnicas de team building se consiguió crear un verdadero equipo y todos estábamos motivados para empezar a trabajar juntos independientemente de nuestras diferencias geográficas, culturales y profesionales. El resultado… el proyecto fue un éxito absoluto.