La pandemia de 2020 ha impulsado una gran transformación en todos los niveles. Si nos centramos en el ámbito empresarial, esto ha llevado a los grandes líderes a preguntarse: ¿Cuál es el mejor camino para que las organizaciones sobrevivan y crezcan? ¿Y cómo puede ayudar Recursos Humanos a esto?
Las organizaciones de antes eran “máquinas” que buscaban estabilidad para la prosperidad del negocio. Estas organizaciones eran jerárquicas, burocráticas con líneas de mando y poderes decisorios bien definidos, y asumían la propiedad de la información. Pero esto ha cambiado.
Actualmente, las organizaciones ágiles reorganizan dinámicamente a las personas en equipos para ofrecer productos y servicios que el mercado demanda. Además, empoderan y responsabilizan a las personas para poder tomar decisiones rápidas y de calidad que hagan prosperar las iniciativas.
La investigación de McKinsey ha demostrado que las organizaciones ágiles y exitosas muestran siempre cinco características: «Las características incluyen una red de equipos, dentro de una cultura centrada en las personas, que opera en ciclos de aprendizaje rápido y de decisiones ágiles facilitados por la tecnología. Incluye, asimismo, un propósito común de creación conjunta de valor para todas las partes interesadas».
5 características que todas las organizaciones ágiles tienen en común
1) Estrategia – apuntar a la estrella polar
Una visión y un propósito compartidos corresponden a toda organización. Es la brújula o la estrella polar que guía a todos en sus tareas diarias. Partiendo de esto, y reconociendo que hay numerosas oportunidades y que los recursos están fácilmente accesibles, los trabajadores se centran en la colaboración y la creación conjunta de valor para los clientes.
2) Estructura – red de equipos empoderados
Con el objetivo de mantener esta estrategia nueva y ágil, se necesita crear una red de equipos empoderados con estructura plana. Estos equipos ágiles se organizan de forma diferente, por ejemplo:
Equipos multidisciplinares
Para determinadas iniciativas, en los que los miembros de los equipos cuentan con las habilidades y conocimientos adecuados para obtener los resultados deseados.
Equipos que se gestionan a sí mismos
Además, definen sus formas de trabajar para realizar unas actividades básicas, y en los que los miembros asumen la responsabilidad conjuntamente basándose en sus competencias individuales.
Equipos «flow to work»
Formados por un conjunto de personas con diferentes tareas a tiempo completo, basadas en las prioridades. Esto permite que las personas desarrollen un abanico más amplio de competencias encaminadas a abordar adecuadamente las prioridades del negocio.
En consecuencia, cuando las personas tienen clara la autoridad y las responsabilidades dentro de sus equipos, aumentan su nivel de compromiso e innovación, y tienen más probabilidad de obtener excelentes resultados.
3) Proceso – ciclos rápidos de aprendizaje y decisión
A causa de la incertidumbre es mejor pensar rápido, tomar decisiones en el acto, crear, aprender sobre la marcha, parar, y después volver a empezar el mismo ciclo de forma iterativa. Se trata de ser el más rápido en hacer las cosas y ser el más productivo haciendo cosas nuevas. Además, este enfoque minimiza los riesgos mediante la experimentación controlada y la iteración.
4) Personas –modelo dinámico
El hecho de que los directores controlen y dirijan las tareas y a los empleados constantemente hace que todo se ralentice. En una organización ágil, los jefes de equipos empoderan a sus empleados para que hagan suyos sus trabajos y se responsabilicen. Recursos Humanos debe ser capaz de liderar el cambio para tener nuevos equipos ágiles, dando más autonomía y apoyando de la misma manera a directores y a empleados.
5) Tecnología – mirar a la próxima generación
La tecnología ya no es una capacidad de apoyo como era antes; ahora es parte integral de la organización. ¿Qué tipo de transformaciones tecnológicas y digitales has realizado en tu organización? Actualmente deberías estar replanteándote la tecnología en este contexto de transformación. Una transformación que las organizaciones deben realizar para mantenerse al día en un entorno en rápida evolución.