¡Que se formen las máquinas!
Hoy no sabrían enfrentarse a uno de esos problemas de cálculo que, en su época de estudiantes, les ocupaban solo durante unos pocos minutos. ¿Qué sentido tiene mantener una capacidad que, en la práctica, no van a utilizar en su trabajo? Disponen de herramientas que permiten automatizar esa tarea, sin margen de error y en un tiempo más breve.