Ofrecer planes de bienestar como clases de yoga y meditación ayudan a reducir el estrés, pero se requieren más estrategias para fomentar el bienestar de los colaboradores, como crear una buena comunicación y la posibilidad de definir sus horarios.
La pandemia ha evidenciado la necesidad de cuidar la salud física y mental de los colaboradores. Ahora las empresas se preocupan por crear planes de bienestar y brindar trabajo flexible, aunque es un gran avance, se requiere más impulso de los líderes, pues ¿De qué sirve poder decidir el lugar de trabajo si se siguen recibiendo mensajes a las 9 de la noche o trabajando en fines de semana para lograr los objetivos?
A nivel mundial, se calcula que se pierden 12,000 millones de días de trabajo tan sólo a causa de la depresión y la ansiedad, lo cual genera un costo para la economía de casi 1 billón de dólares, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud.
Es decir, una mala salud mental laboral no solo afecta a los colaboradores, también a las organizaciones porque disminuye la productividad, puede generar malos entornos organizacionales y hasta mayores riesgos de accidentes de trabajo. La reducción en los niveles de desempeño llega a costarle a las compañías hasta 7.3% de la nómina, revela un estudio realizado por AXA.
Atender la raíz de las causas
Si bien, ofrecer flexibilidad laboral es una buena alternativa para ayudar a conciliar la vida laboral y personal, no es suficiente, pues se requiere generar un mayor entendimiento entre colaboradores y empleadores. De hecho, un informe de Mercer Marsh Beneficios evidencia que en México el 43% de las personas reporta una carga y jornada laboral excesiva, una cifra que creció durante la pandemia, en el cual los modelos de trabajo flexibles se aceleraron.
La comunicación entre colaboradores y líderes es fundamental para que las empresas identifiquen la raíz de los factores de riesgo psicosocial en el trabajo; es decir, todos aquellos elementos asociados al entorno laboral que pueden afectar la salud mental de las personas.
Estas conversaciones son las que ayudarán a identificar que más allá de un servicio psicológico o de mindfulness, se requiere la prevención de afectaciones al bienestar, por ejemplo, un rediseño de los puestos de trabajo o una mejor distribución de las cargas.
Retornamos al punto, ofrecer planes de bienestar como clases de yoga, meditación o un área de juegos puede ser útil, ¿a quién no le gustaría trabajar en una compañía estilo Google? pero la sobrecarga de trabajo no siempre deja tiempo para asistir. Además, si no se atiende el problema de fondo, al finalizar la clase, el trabajador seguirá expuesto al factor que le genera estrés o ansiedad, sólo por citar dos casos frecuentes.
Además de esto, la comunicación efectiva entre líderes y trabajadores generará un entorno de confianza que le permita al colaborador plantear inquietudes y pedir ayuda. Es urgente normalizar conversaciones para que los empleados puedan decir: “cuenta con ello, pero no en este momento” o “gracias por considerarme para realizar la tarea, pero sale de mi campo de trabajo”.
La solución podría ser la claridad en las tareas y objetivos, en generar un buen control de la carga de trabajo, pues estas medidas impactan positivamente en el 36% de los colaboradores, debido a que pueden definir horarios para tomar un respiro y por consecuencia disminuir el estrés del día a día, de acuerdo con el estudio de AXA.
En tanto, las personas que tienen poca claridad sobre lo que deben hacer o no cuentan con el apoyo suficiente de sus líderes son más propensos a tener problemas de salud mental, como ansiedad y estrés.
Pregunta por su bienestar, pero no sobrepases los límites
El compromiso por la salud mental debe nacer desde el liderazgo de negocio, y por ello se requiere que los directos se involucren en el bienestar de las personas, que se interesen por cómo se sienten, que escuchen sus problemas.
Aunque por años se ha dicho que cuando se entra a la oficina se deben olvidar los problemas del hogar, la realidad es que hacerlo es imposible, somos la misma persona tanto dentro como fuera del trabajo y lo que pasa en un lugar afecta al otro.
Pero hay que tener cuidado de no sobrepasar la línea, aunque es importante preguntar por el bienestar de los colaboradores y brindarles apoyo, no todos están abiertos a platicar sobre sus emociones ni se atreven a decir que no se encuentran bien, que tienen estrés o un problema familiar.
Un estudio realizado por Fishbowl señala que siete de cada 10 empleados no se sienten cómodos discutiendo sus necesidades y desafíos de salud mental con sus gerentes.
Aunque escuchar a los colaborares es importante también hay que poner atención en estos empleados que prefieren guardar silencio, lo ideal es analizar el comportamiento, ver si hay un cambio extraño y guiarlos hacia la asistencia adecuada, y por qué no, preguntar si hay algo que la empresa puede hacer para disminuir sus malestares.
Acciones prácticas
Diversos estudios han evidenciado que existe un vínculo entre la salud mental y la retención del talento, por ello es importante implementar estrategias que ayuden a promover el bienestar en el trabajo. Algunos de los factores que pueden ayudar son:
- Fomentar sus habilidades y hacer que coincidan con su labor
- Brindarles cierto poder de decisión sobre cómo hacer su trabajo
- Tener líderes que les ayuden en su desarrollo profesional y a establecieron metas
- Fomentar la confianza entre lideres y con el equipo de trabajo
- Programas de apoyo a la salud mental por parte de las empresas
Las organizaciones que brindan este tipo de apoyo tienen tres veces más probabilidades de prosperar y sus colaboradores suelen ser más productivos, revela el análisis realizado por AXA. Después de la pandemia las organizaciones son más conscientes de la relación que tiene el bienestar de los trabajadores con el negocio.