Escrito por Patricia Santoni
Durante los últimos dos años, la crisis sanitaria ha marcado un punto de inflexión en todas las organizaciones y, sobre todo, en la transformación de la función de los Recursos Humanos. La tecnología, y en concreto las soluciones Cloud HCM, han demostrado ser un elemento imprescindible para superar los múltiples retos a los que las compañías han tenido que enfrentarse para poder dar continuidad al funcionamiento de sus negocios. Todas las áreas de las organizaciones han tenido que modificar sus procesos y ajustarse a nuevos parámetros que la sociedad estaba demandando “a gritos” tiempo atrás.
La reinvención de las compañías y de sus procesos de Recursos Humanos para adaptarse a este nuevo contexto las hará más resilientes y preparadas para el futuro. Y, aunque la incertidumbre continúa, existen numerosas tendencias y herramientas tecnológicas que ayudarán a enfocar las estrategias de RR.HH. a partir de ahora.
Reajustar: nuevas mentalidades y enfoques
En primer lugar, podemos afirmar que definitivamente se acabaron los trabajos mecánicos de los empleados del pasado. Las organizaciones se esforzarán por ofrecer trabajos dotados de un significado que sean capaces de motivar a los profesionales que los desempeñan, un aspecto fundamental para el bienestar y la realización de las personas hoy en día, al mismo nivel que la autonomía, la conciliación laboral y personal, así como las interacciones sociales. Todo ello respaldado por una cultura organizacional sólida y un liderazgo transformacional.
Otro de los factores fundamentales para el reajuste a este nuevo contexto es el valor del dato. Durante mucho tiempo, los RR.HH. han tenido acceso a una gran cantidad de datos, sin embargo, ha quedado patente que la recopilación de esta información no es un objetivo en sí mismo. Existe un valor increíble escondido en su interior esperando a ser desbloqueado. El mayor desafío radicará en descubrir cómo recopilar los datos correctos y en determinar qué hacer con ellos. 2022 es el año para ajustar los datos de RR.HH. y transformarlos en un valor añadido y real tanto para los empleados como para la organización.
En esta nueva era de “análisis de personas” resulta necesario que el estudio de los datos se realice con un toque humano e incluso con un cierto nivel de empatía. Cuando se cambia la percepción y forma de pensar sobre los datos, analizándolos desde un punto de vista de personas, se recupera ese elemento humano del análisis y se crean nuevas oportunidades para aportar un significado real y un valor procesable a los datos que tenemos al alcance.
Contar con herramientas analíticas, permite no solo analizar los datos de RR.HH., sino que personas de otras áreas puedan obtener conocimientos de forma rápida a partir de los datos obtenidos. Un aspecto que supone un cambio de paradigma dentro del área de RR.HH. al permitir a sus equipos hacerse cargo de la cadena de valor de los datos como nunca lo habían hecho, proporcionándoles una ventaja basada en el conocimiento para, no solo comprender lo que está sucediendo o evolucionando dentro de la organización, sino para poder tomar medidas reales al respecto.
Reconectar: vuelta a la humanización del trabajo
Esta segunda tendencia se centra en hacer que el trabajo vuelva a ser más humano: devolver la conexión a los centros de trabajo, focalizarse en la creación de vínculos y relaciones profundas en el contexto laboral y en intentar avanzar a través de la colaboración. La experiencia de los empleados en 2022 no se centrará en las ventajas y los beneficios, sino en las prácticas y políticas que reconectan y generan un sentido más profundo de unión entre los empleados y las organizaciones.
Por otro lado, la pandemia ha provocado numerosos problemas relacionados con la salud mental. Ante esta situación los departamentos de RR.HH. han tenido y tienen que implementar nuevos programas de bienestar y de asistencia a los empleados que se focalicen por igual en el cuidado de la salud mental. Los profesionales de recursos humanos deberán encontrar métodos para detectar problemas de salud entre sus empleados y asegurarse de que dispongan de los recursos necesarios para lidiar con ellos.
El coronavirus también ha puesto de manifiesto un nuevo enfoque de la diversidad, la equidad y la inclusión a medida que ha crecido el papel social de los empleadores. Las empresas tienen que pronunciarse contra las desigualdades y el racismo y crear oportunidades con el objetivo de influir en el cambio futuro.
Para impulsar todos estos cambios, los procesos y herramientas de onboarding cobran hoy más importancia que nunca en las organizaciones, al estar vinculados a una reducción en la rotación de los empleados y al aumento en la tasa de participación y de productividad.
Reimplementar: nuevos aprendizajes
No hay duda de que las nuevas tecnologías continuarán impulsando cambios drásticos en 2022, sin embargo, la buena noticia es que a pesar de que algunos trabajos puedan desaparecer, habrá otros puestos y funciones que ocuparán su lugar. Los trabajos del futuro tendrán mucho más que ver con la nueva división de tareas y la cooperación entre personas, máquinas y algoritmos. Por lo tanto, será necesario que las organizaciones respondan de manera proactiva a esta transformación y comiencen a formar y mejorar a sus profesionales lo antes posible. De hecho, las competencias sociales y la inteligencia emocional resultarán igualmente importantes.
Según El Foro Económico Mundial, más de mil millones de personas de todo el mundo tendrán que volver a formarse de aquí a 2030. Y es en este punto donde el papel de los RR.HH. adquiere un papel protagonista. Los profesionales deberán iniciar nuevas rutas de aprendizaje y, al hacerlo, involucrar y convertirse en embajadores de las personas adecuadas dentro de la organización.
Si hay algo que se ha acelerado con la pandemia, ha sido la transformación de los modelos de trabajo tradicionales y el nuevo papel que ha pasado a desempeñar el área de RR.HH. Una vez más, ha quedado patente que esta área es el corazón de las organizaciones y que su función ha resultado clave en la reinvención de este nuevo presente.