Enfocar los resultados

Share on facebook
Share on linkedin
Share on twitter

En diversos lugares del planeta, el mes de septiembre marca la línea de salida para un nuevo curso académico; en ocasiones, también fiscal. Antes de introducirse en la vorágine que arrastra a la mayor parte de los profesionales resulta aconsejable tomar en consideración los ilustrados consejos que Aristóteles proporcionó a su hijo en el inolvidable libro Ética a Nicómaco (LID editorial).

Indicaba el sabio griego que para alcanzar una meta es ineludible definir:

1.- dónde estamos,
2.- dónde nos gustaría estar, y
3.- cómo llegaremos

Demasiadas personas y organizaciones ignoran uno o más, y se azacanan en objetivos accidentales, dilapidando tiempo y energía.

Aristóteles no limita a estas cuestiones su asesoramiento al vástago. En otro momento le detalla que es forzoso puntualizar cuatro causas, que son las que consienten avanzar. A saber,

1.- causa eficiente
2.- causa formal
3.- causa material; y
4.- causa final.

En terminología contemporánea, la causa eficiente es el esfuerzo, el trabajo. La formal es el paradigma que empleamos; la material incluye los medios precisos: dinero, herramientas, instrumentos, etc.

La causa final es el porqué de las decisiones y actuaciones. Ha de ser lo primero en la intención y lo último en la consecución. La causa final es la diana a la que debe apuntar todo para que los bríos invertidos no se tornen baldíos.

Muchos centran su atención en la causa eficiente (cómo promover el trabajo); algunos en la formal (modelo de negocio); y en la material (financiación). Cuán pocos saben hacia dónde corren,  porque no reflexionan o porque sus metas son parciales.

Lograr el máximo rendimiento para el accionista puede ser un objetivo, pero no ha de ser ¡el único!

Obtener resultados monetarios es esencial, pero también lo es crear las condiciones de posibilidad para la vida honorable de todos los grupos de interés. Quien sólo piensa en términos de Excel (es decir, financieros), podrá ganar grandes emolumentos, pero –si no ve más- corre el riesgo de fracasar como persona por mucho que, en su restringida percepción del mundo, triunfe como profesional.

Es más, quien mejora la amplitud de sus metas, con frecuencia también logra incrementados resultados monetarios.

Las jornadas de reflexión en el comienzo de un periodo no son pérdida de tiempo, sino el mejor modo de no errar el tiro. Bien lo expresó Séneca: para quien no sabe dónde va ningún viento es favorable.

Ahora que comienza a soplar de nuevo orientemos bien el timón personal y corporativo para llegar dónde queremos, teniendo presente que sin justicia (dar a cada uno lo suyo) no habrá crecimiento sostenible.

Share on facebook
Share on linkedin
Share on twitter
Share on facebook
Share on linkedin
Share on twitter

ESCRITO POR

HR Blogger

Artículos Relacionados

Mejores posts RR.HH. Noviembre Cegid
¡Comparte este post!
Share
noviembre 30, 2023

¡Terminamos este mes con nuestra selección de los mejores post de RR.HH. de noviembre! En esta ocasión, Raquel Alcolea, Arantxa Herranz, el equipo editorial de Sede Blockchain, Arancha Ruiz, Alicia Pomares, Jesús Garzas y Santi García han sido los escogidos para compartir sus interesantes reflexiones sobre el área de gestión de personas.

Data Driven Cegid
¡Comparte este post!
Share
noviembre 28, 2023

En medio del avance de la digitalización, explotar mejor los datos permitirá a las organizaciones orientar la estrategia empresarial y optimizar sus procesos. La transformación digital avanza en las empresas y abre las puertas a nuevas posibilidades para que Recursos Humanos pueda correr los procesos con mayor eficiencia, contando con herramientas que hasta hace poco eran inalcanzables

Enseñanzas Management Cegid
¡Comparte este post!
Share
noviembre 23, 2023

Resulta infrecuente que alguien tenga perfectamente definida la meta a la que aspira. Teresa de Jesús tardó casi dos décadas en ir delimitando la cima anhelada. Para alcanzar el éxito resulta fundamental pedalear sin tregua, bien lo supo nuestra emprendedora