INTELIGENCIA EMOCIONAL, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN, ¡SE PUEDEN APRENDER! – PARTE II
En la primera parte de este artículo nos preguntábamos si ciertas capacidades que uno cree innatas, como son la creatividad o la capacidad de innovar, se pueden aprender. Y la respuesta es rotunda: sí.
Mi experiencia me dice que sí es posible aprender y fomentar habilidades y capacidades nuevas y potenciar las que ya poseemos de manera innata y que en ocasiones no utilizamos como deberíamos.
Programas de desarrollo diseñados con el objetivo de enriquecer al individuo a nivel personal, detectando y potenciando sus habilidades y capacidades innatas y enseñandole nuevas capacidades que desconoce para que las pueda aplicar posteriormente tanto en su vida cotidiana como a nivel profesional.
Aquí os presentamos algunos ejemplos de esta «formación de crecimiento personal»:
- Formación para el aumento de la creatividad: este tipo de cursos están dirigidos a aumentar los niveles de creatividad y de innovación individual, así como la capacidad de solucionar problemas y generar alternativas. Todo ello enfocado a «acelerar» el proceso de creación.
- Formación para el desarrollo de la inteligencia emocional: busca lograr un equilibrio mediante el manejo de la energía emocional y el lenguaje corporal; así como del desarrollo de las capacidades de comunicación. De esta manera se aumentan el rendimiento individual, la motivación y los niveles de comunicación efectiva. Además, la inteligencia emocional es una competencia muy útil para afrontar las situaciones de conflicto.
- Formación para el control de la ansiedad y el estrés: enfocada a mejorar la calidad de vida identificando el estrés y el síndrome de burnout. Para ello se aplican prácticas de relajación y respiración y técnicas para mejorar las relaciones interpersonales. Con ello se logra a aumentar el bienestar psicológico y la salud física
- Formación en programación neurolingüística (P. N. L.): permite conocer los resortes psicológicos individuales y eliminar los obstáculos de la comunicación. Esto redundará en una mejora de nuestra capacidad de negociación y técnicas de venta, y en general mejorará nuestra capacidad de comunicación.
- Formación para mejorar la gestión del tiempo: hay muchos programas enfocados a recuperar el control de nuestro tiempo y aumentar los niveles de productividad. Sus beneficios son muchísimos: desde aumentar nuestra concentración y optimización del tiempo, hasta reducir el nivel de tensión general aumentando nuestro nivel de satisfacción con lo que hacemos.
Los beneficios de este tipo de formación son muchísimos, tanto para el individuo como para las empresas que decidan proporcionar estos programas a sus empleados. No sólo les ayudarán a controlar su inteligencia emocional, a mejorar su capacidad comunicativa o a optimizar su tiempo y su productividad, sino que además ganarán en calidad de vida.